SOLUCIONES
envolvente: sate, cubiertas y ventanas
En el contexto de la rehabilitación energética, la envolvente de un edificio se refiere al conjunto de elementos que separan los espacios habitables del exterior o de zonas no climatizadas, como fachadas, cubiertas, suelos, ventanas y puertas. Su función principal es aislar térmica y acústicamente el interior, reduciendo las pérdidas o ganancias de calor.
Mejorar la envolvente es clave para aumentar la eficiencia energética, ya que disminuye la demanda de calefacción y refrigeración, mejora el confort térmico y reduce las emisiones contaminantes. Entre las intervenciones más comunes están el aislamiento térmico de fachadas y cubiertas, la sustitución de ventanas y la eliminación de puentes térmicos.


VENTAJAS DETALLADAS DEL SISTEMA SATE PARA LA ENVOLVENTE
El SATE es un sistema constructivo compuesto por paneles aislantes (poliestireno expandido, lana mineral, etc.) que se fijan a la fachada exterior de un edificio y se recubren con varias capas de mortero y un acabado final. Su principal virtud es crear una envolvente térmica continua y sin interrupciones.
1. Eficiencia Energética Superior y Ahorro Sustancial:
1. Eficiencia Energética Superior y Ahorro Sustancial:
- Eliminación Radical de Puentes Térmicos: Esta es la ventaja más distintiva y crucial del SATE. Los puentes térmicos son puntos débiles en la envolvente del edificio (como esquinas, dinteles de ventanas, encuentros de forjados y pilares) donde el aislamiento se interrumpe, permitiendo fugas significativas de energía. Al instalar el aislamiento por el exterior, el SATE envuelve completamente la estructura, formando una "piel" continua que anula casi por completo estos puentes térmicos. Esto se traduce en una reducción de pérdidas energéticas mucho mayor que con otros sistemas de aislamiento.
- Reducción Drástica de la Demanda Energética: Al crear una barrera térmica tan efectiva, el edificio necesita mucha menos energía para mantener una temperatura confortable. Se estima que el SATE puede lograr ahorros energéticos de entre el 30% y el 70% en calefacción y refrigeración, lo que se refleja directamente en una disminución notable de la factura energética.
- Mayor Inercia Térmica: El aislamiento exterior permite que la masa de la pared del edificio permanezca dentro del espacio calefactado/refrigerado. Esto significa que la pared interior actúa como un acumulador de calor o frío, liberándolo lentamente y contribuyendo a una mayor estabilidad térmica y un menor consumo energético para mantener la temperatura deseada.
- Temperatura Interior Estable y Homogénea: Al evitar los puntos fríos y calientes en las paredes, se consigue una temperatura más uniforme en todas las estancias. Se elimina la sensación de "pared fría" en invierno, que invita a subir la calefacción, y de "pared caliente" en verano.
- Adiós a las Condensaciones Intersticiales y Moho: Al elevar la temperatura superficial de la cara interior de la pared, se evita que el vapor de agua del ambiente interior (producido por respiración, cocina, duchas) condense al entrar en contacto con una superficie fría. Esto elimina la causa principal de la aparición de manchas de humedad y moho, mejorando la calidad del aire interior y la salud de los ocupantes.
- Mejora del Aislamiento Acústico: Aunque su función principal es térmica, el espesor y la naturaleza de los materiales aislantes del SATE también contribuyen a la atenuación del ruido exterior, creando un ambiente más silencioso y tranquilo en el interior del edificio.
- Renovación Estética Integral: El SATE ofrece una oportunidad única para modernizar y embellecer la fachada del edificio, sin las limitaciones que implican los sistemas interiores. Permite una amplia gama de acabados, colores y texturas, transformando completamente la imagen exterior.
- Revalorización del Patrimonio: Un edificio con un SATE no solo es más eficiente, sino que también es percibido como más moderno, cómodo y sostenible. Esto se traduce en un incremento significativo de su valor de mercado, siendo un factor decisivo en la compraventa o alquiler. La mejora de la calificación energética (reflejada en el Certificado de Eficiencia Energética) es un activo tangible.
- Protección de la Estructura Original: Al envolver el edificio, el SATE protege la fachada original de las inclemencias del tiempo, la contaminación y los cambios bruscos de temperatura, prolongando su vida útil y reduciendo la necesidad de futuras reparaciones costosas.
- Mínimas Molestias para Ocupantes: Una de las grandes ventajas operativas es que la obra se realiza íntegramente por el exterior. Esto significa que los inquilinos o propietarios no tienen que abandonar sus viviendas, ni se ven afectadas sus actividades diarias. No hay escombros dentro de las viviendas, ni necesidad de vaciar habitaciones, lo que facilita enormemente el proceso para los residentes.
- Proceso de Instalación Eficiente: Aunque requiere de andamiaje, el proceso de fijación de paneles y aplicación de las capas es relativamente estandarizado y rápido una vez que se inician los trabajos, minimizando el tiempo total de obra en comparación con otras soluciones de rehabilitación estructural.
- Reducción de Huella de Carbono: Al disminuir el consumo energético para climatización, el SATE contribuye directamente a una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los objetivos de descarbonización.
- Altamente subvencionable: Dada su eficacia y contribución a los objetivos de eficiencia energética, el SATE es una de las actuaciones que más ayudas y subvenciones recibe de programas como los Fondos Next Generation EU. Esto hace que la inversión inicial sea mucho más asumible para comunidades de vecinos y propietarios.
TIPOS DE CUBIERTAS Y SOLUCIONES DE AISLAMIENTO
El tipo de aislamiento y su instalación varían significativamente en función de si la cubierta es plana o inclinada:
Materiales Aislantes Comunes para Cubiertas
La elección del material depende del tipo de cubierta, el clima, el presupuesto y los requisitos específicos (resistencia al fuego, a la humedad, acústica):
- Aislamiento en Cubiertas Inclinadas (Tejados)
Las cubiertas inclinadas son comunes en la edificación residencial. El aislamiento se puede instalar en diferentes posiciones: - Bajo Cubierta (o bajo forjado): Es la solución más común en rehabilitaciones sin levantar el tejado. El aislamiento se coloca sobre el último forjado, bajo el espacio de la buhardilla o desván.
- Materiales: Lanas minerales (lana de roca, lana de vidrio) en rollos o paneles, poliestireno expandido (EPS) o extruido (XPS). Se pueden insuflar aislantes granulados en cámaras de aire.
- Ventajas: Menos invasivo, no requiere levantar el tejado.
- Desventajas: Puede reducir la altura útil en desvanes no habitables y puede dejar puentes térmicos en los encuentros con la fachada si no se cuida el detalle.
- Sobre Cubierta (o Sistema de Cubierta Invertida): Esta opción es más eficiente y a menudo se realiza en rehabilitaciones más profundas o en obra nueva, levantando las tejas.
- Materiales: Paneles rígidos de poliestireno extruido (XPS), poliestireno expandido (EPS), poliisocianurato (PIR) o lana de roca de alta densidad.
- o Ventajas: Elimina puentes térmicos al envolver la estructura por fuera, protege la lámina impermeabilizante de fluctuaciones térmicas, y permite crear una cubierta ventilada (si se instalan rastreles).
- o Desventajas: Requiere levantar todo el sistema de tejas y es una obra más compleja y costosa inicialmente.
- Aislamiento en Cubiertas Planas
Las cubiertas planas son comunes en edificios de varias plantas o para terrazas transitables. Las soluciones más habituales son: - Cubierta Convencional (o No Invertida): El aislamiento se coloca bajo la capa de impermeabilización.
- Materiales: Paneles de XPS, PIR, EPS, o lana de roca.
- Consideraciones: La impermeabilización debe proteger al aislamiento. Es menos resistente a los cambios térmicos extremos.
- Cubierta Invertida: El aislamiento se coloca encima de la capa de impermeabilización, protegiéndola de las variaciones térmicas y de los daños mecánicos. Es la solución más recomendada para cubiertas planas, especialmente si son transitables, ajardinadas o para instalaciones.
- Materiales: Principalmente Poliestireno Extruido (XPS) debido a su alta resistencia a la compresión y su mínima absorción de agua.
- Ventajas: Protege la impermeabilización, mayor durabilidad del sistema, resistencia al tránsito, facilidad de mantenimiento de la impermeabilización (que queda debajo).
- Desventajas: Requiere materiales aislantes con alta resistencia mecánica y a la humedad.
- Cubierta Ajardinada: Combina el aislamiento con una capa de vegetación, que añade beneficios térmicos adicionales, retención de agua y mejora estética. Necesita capas drenantes y sistemas radiculares específicos.
Materiales Aislantes Comunes para Cubiertas
La elección del material depende del tipo de cubierta, el clima, el presupuesto y los requisitos específicos (resistencia al fuego, a la humedad, acústica):
- Lana Mineral (Lana de Roca / Lana de Vidrio): Excelentes aislantes térmicos y acústicos, no combustibles, transpirables. Se presentan en rollos, paneles o como borra para insuflado.
- Poliestireno Expandido (EPS): Ligero, económico, fácil de instalar, con buena capacidad aislante. Se presenta en paneles.
- Poliestireno Extruido (XPS): Mayor densidad que el EPS, muy resistente a la humedad y a la compresión, ideal para cubiertas invertidas o donde haya carga.
- Poliisocianurato (PIR): Mayor capacidad aislante por menor espesor que los poliestirenos, buena resistencia al fuego.
- Corcho Negro Aglomerado: Material natural, sostenible, con buenas propiedades térmicas y acústicas, y resistente a la humedad.
En España, el Código Técnico de la Edificación (CTE), en su documento básico de Ahorro de Energía (DB-HE), establece los requisitos mínimos de transmitancia térmica para las cubiertas en función de la zona climática. Es fundamental que cualquier intervención de aislamiento cumpla con esta normativa para garantizar su efectividad y acceder a posibles ayudas.
La elección del sistema y los materiales de aislamiento de la cubierta debe ser realizada por un técnico cualificado, considerando un estudio detallado del edificio, sus patologías, el clima local y los objetivos de rehabilitación. Una cubierta bien aislada es una inversión que garantiza confort, ahorro y sostenibilidad a largo plazo.